De un cínico a otros
- LaraYagia
- 11 ago 2024
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 20 ago 2024
En un mundo saturado de cinismo y desilusión, el autor reflexiona sobre la falta de voluntad que amenaza con sofocar los sueños y aspiraciones individuales. Entre la frustración y el malhumor, surge un llamado a recuperar la pasión por la vida y a luchar contra esa tendencia destructiva, recordando que la voluntad es el verdadero motor del progreso humano.

Hoy escribo desde el malhumor y la frustración de ver en todos lados esos mensajes bombardeando nuestras cabezas. Ya hoy es frecuente e imposible de ocultar el sol con un dedo, pero lo cierto es que el descaro no tiene freno. Así se los digo con un verso sencillo porque es necesario hacer de las emociones un arte y demostrar que no todo es cinismo. A pesar de que me considero uno de los tantos miles o millones de cínicos que hay, no sería capaz de querer hacer lo que esta gente hace, hablo de los verdaderos villanos, los otros cínicos.
Verán, el problema no es serlo sino querer convertir al resto de las personas en eso. Uno bien puede reconocerse ante el mundo y aceptar la realidad como la pensamos para nosotros. Lo que me parece horrible es andar por la vida haciendo del mundo de otros un espacio de cinismo total. Lo veo en la televisión, en los comerciales, en la actitud de la gente, música, radio, televisión es enfermizo. El mundo se ha vuelto gris y no solo como si los colores estuviesen muriendo sino como si las almas y voluntades de vivir de las personas pasaran un peor y grave momento.
Anoche miraba una película animada de Batman, de quien personalmente nunca fui fan como de ningún superhéroe realmente. Pero en el medio me encontré con publicidad y comerciales referentes a aceptar que nunca se va a triunfar y estar bien con ello, es decir, condenarse eternamente a vivir en la resignación. Puede sonar naive lo que les digo e incluso harán mufa de esto muchos cínicos porque han perdido quizás lo que no han tenido, una voluntad.
La voluntad en las personas es el verdadero motor de sus vidas, no necesitan más, dicen de hecho que la fuerza de voluntad es lo que nos levanta lo que nos hace justificar en muchos casos nuestras acciones con bienes y propósitos superiores. Sin embargo, la verdadera plaga que tenemos actualmente es la de la falta de voluntad que se cultiva, voluntariamente, por gente que transmite esa desazón y carencia de amor por la vida y las cosas a los demás.
¿Sería usted capaz de decirle a algún niño que no sueñe con ser un deportista? ¿astronauta? Científico? ¿YouTuber o lo que quiera ser? ¿Por qué? ¿Le molesta? O acaso ¿es usted tan infeliz con su vida que busca hacer de la de otros un verdadero bulevar de los sueños rotos. No pues no pienso que sea lo correcto, de hecho estoy harto. El mundo, a mi parecer es mejor cuando la gente busca lo que desea, cuando tiene esa llama, esa chipa y ese deseo humano y natural por esforzarse para algo, sea fácil o difícil, realmente forma parte de nosotros. Quizás podamos ver que la mediocridad abunda pero no es así, lo que abunda es la ausencia de la voluntad, de las ganas de superarse a uno mismo y que, como ahora todo se da por sentado en que no funciona por ser difícil, la vida ya no se nos va, sino que directamente nos pasa por encima.
Imaginemos este caso, una chica que desea convertirse en cantante pero para ello le dicen que es muy difícil en su entorno, país o el género que le gusta. Hay tantos casos así que me resulta redundante explicarlo pero, go on, sigamos. Esa chica tendrá que no solo hacerle frente a sus miedos y los obstáculos que la rodean sino a las personas que insisten, desde el más puro cinismo naturalizado, en que está bien rendirse y no lograrlo, resignarse, bajar los estándares y buscar algo fácil que la tenga dopada, como cualquier paciente de psiquiatría.
Ella no solo va a tener que armarse de valor y creatividad sino que ir contra la corriente, generar recursos y encontrar soluciones casi inhumanas porque mentalmente todos están en un letargo gravísimo que nos puede conducir al abismo de la humanidad. Ojo, —me gusta usar el “ojo” para empezar seriamente argumentos—, lo peor no es ir al abismo sino estar en conformidad con ello, porque después de todo, “está bien si te rindes”, “está bien si no tienes ganas y das todo por perdido” total, es tu vida. Esa es la visión egoísta de los cínicos que son tan cínicos que solo propagan su mal. Yo lo soy, digo abiertamente siempre que lo soy, veo el mundo con desconfianza y desánimo para muchas cosas pero lo que no quiero es que otros lo sean a la fuerza. De hecho, quiero que sueñen, superen sus miedos y rompan cada récord en sus haberes ya que ellos serán los verdaderos protagonistas de las historias fantásticas jamás contadas, no los que se dan a perder y caen en el peor de los males que es la conformidad con no hacer nada. Para no hacer nada, señores, es mejor morirse, transformarse en una roca, irse al medio del patio y esperar que nos termine de pasar la vida por encima.
Fíjense. Vean adolescentes, sus canciones, la música y la cultura, todo está dicho en el más fino argento, “me chupa un huevo”, ese es el verdadero mood, que abunda en las calles, y no es algo de jóvenes sino de adultos, personas con vivencias que han dejado ir todo. No quiero decir que nadie quiera vivir ni hacer nada, porque hay bastante gente que le echa una caja de esfuerzo, pero ese número de cínicos va en aumento cada día y poco a poco consume nuestra sociedad. Al punto sería tal de trágico que imaginen un mundo donde nadie tiene ganas de hacer nada, salvo, ah eso sí doparse con placeres.
Acá vamos al meollo del asunto porque claro no es que nadie quiere hacer nada al cien por ciento, sino que el deseo es no hacer nada que no genere placer inmediato. Esto se debe, entre otras cosas, al férreo bombardeo de dopamina que nos damos con la tecnología y nuestra cultura donde ya no hay que pasarla mal sino pasarla bien siempre. Así de fácil nos vamos a acabar todos y no vamos a ningún lado. Vuelvo entonces con la cantante, ella tiene las capacidades pero ¿para qué desarrollarlas? “qué paja” es mejor que se abra un OnlyFans o se ponga a hacer tiktoks con tonterías e incluso en el peor de los casos que solo consuma eso sin tener que dedicarse a lo que le gustaba hasta que se de cuenta que es una esclava más de los placeres porque ahora ellos son nuestros amos, los placeres.
Hay que vivir en nuestro tiempo, asumirlo y aceptarlo, por eso esa frase, el tiempo es el que es, no hay otro ¿qué le vamos a hacer? Pues aceptar que ese es y que por ello debemos hacer cosas para cambiarlo y vivir en él lo mejor posible y nuestra realidad también no hay otra y para eso se construye, se trabaja y se busca hacer una mejor realidad. Qué bella es la vida cuando queremos hacer algo y qué hermoso es saber que otros hicieron mucho para que la realidad en la que vivimos sea mejor y menos trágica o difícil. Vean en las vidas pasadas, esas que la historia como maestra nos regala, hay algunas vidas que son mejores que cualquier fábula o novela porque son reales. Los inmigrantes que construyeron ciudades de la nada, los arquitectos que desearon eliminar las inundaciones e idearon mecanismos para protegernos, aquel médico que creó un dispositivo para reducir las fallas cardiacas y así incontables casos. No digo que volvamos en el tiempo porque es una tontería, como dije el tiempo es el que es, pero digo que rescatemos esa fuerza de voluntad para que vivir tenga gracia, tenga sazón y color. Así, no tengo dudas el mundo es mejor.
No sé, quisiera decir tanto en tan poco, pero creo que es necesario calmarse, ya los regañé, les dije lo que pensaba y prefiero vivir así. Después de todo este texto tiene un claro y certero objetivo, despertar una conciencia para que hagan algo, muévanse, no sé busquen algo que hacer y aprendan que para vivir bien es necesario hacer algo que no nos guste, pues lo considero armónico al estilo confuciano, la imperfección está bien y es muy cierto, pero también se debe pensar en las razones para serlo. No estén bien con ser ceros a la izquierda, busquen salir de esos decimales inútiles y querer trascender, si no lo logran hagan las paces con ello, pero que nunca les roben la voluntad, sepan que la voluntad estuvo, está y siempre formará parte de ustedes. Se los dice un cínico que su mayor deseo es mofarse de la muerte y sus situaciones, porque sí, lo que es para mí, no lo quiero para todos.
José Jesús Lara Yagia
Palermo, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.
16/04/2024
12:45 P.M.
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